Célimo Sinisterra

Invisibilizados en la Historia

Negrores esclavizados y sometidos a crueldades

Celimo Sinisterra

Durante los años de la gran maafa u holocausto con efectos y secuelas en la población negra y aborigen, las prácticas adoptadas por los esclavistas para dominar a los negros llegaron a ser de tal magnitud que en nuestros tiempos serían consideradas como delitos y prácticas de lesa humanidad, sin embargo para ellos era algo normal porque al negro no se le consideraba ser humano, no tenían alma, eran algo así como cosas y en el “mejor” de los casos unos animales, por esas razones el amo podía disponer de él, comprarlo, venderlo, castigarlo y hasta quitarle la vida.

Para que esas conductas genocidas se llevaran a cabo, la iglesia católica tuvo todo y mucho que ver porque fueron determinadores e incluso partícipes de esos crímenes, toda vez que la voz del cura era la voz de Dios.

Eso precisamente se evidenció con la llagada de Colón a la española, hoy República Dominicana y Haití, ahí se encontraron con varios caciques Tainos, entre ellos Caonabo, Anacaona y Hathuey.

A este último los españoles, sin importar su condición de cacique lo cazaron con arcabuces, lo amarraron y lo quemaron vivo ante la mirada impotente de los aborígenes de la tribu.

Cuando el cacique estaba a punto de ser quemado, el padre Olmedo descaradamente le preguntó si quería convertirse en cristiano para subir al cielo, y claro, según el cura, allá le serían perdonados sus pecados.

Hathuey les pregunta “¿Y los españoles también van al cielo?” y al escuchar decir que sí, dijo, sin más pensar: “No quiero yo ir allá, sino al infierno, para no estar donde estén los españoles y por no ver tan cruel gente”.

De inmediato los españoles avivaron el fuego y las llamas comenzaron a hacer presa del cacique en medio de la mirada inerme de su pueblo quienes permanecían inmovilizados bajo amenazas de los europeos.

Durante 350 años los aborígenes y los negros fueron presas de los más abominables castigos que para los esclavistas era normal y parte de una rutina para ejercer autoridad y forjar su fortuna.

Hoy hablaremos de algunas prácticas y castigos de los cuales probablemente vosotros lectores no tenéis conocimiento.

La collera

Se trataba de un madero con doble orqueta el cual era colocado en el cuello del infortunado negro y amarrado con “guasca” o cabo, el esclavizado escasamente podía caminar hacia delante sin ninguna posibilidad de ver hacia otro lado.

Galpón

Para los esclavistas era el lugar predilecto de los esclavizados porque estaban en medio de las gallinas y otros animales con los cueles compartían gran parte de su vida.

Baile tierra

Era una mescla de música canto y baile, cuando el negro terminaba la faena el amo lo mandaba a llamar y sin importar su agotamiento los hacían bailar sin descanso.

El cepo

Era considerado como uno de los peores castigos, durante el sometimiento el infortunado negro no podía moverse ni siquiera para hacer sus necesidades Mientras los esclavistas disfrutaban ver tan cruel castigo.

El carimbo

Se trataba de una especie de herradura que tenía una marca y que al ser sometida al fuego al rojo vivo la utilizaban para marcar al esclavizado; según la historia este elemento causaba terror y pánico cuando el amo decía mañana te marco negro. Esta práctica hoy se usa para marcar el ganado en muchas partes del mundo.

La enmeladura

Se trató de otro de los peores castigos a los que fueron sometidos los negros esclavizados pues el infortunado hombre era embalsamado con miel en todo el cuerpo luego dejado a la intemperie y en el peor de los casos donde había hormigas para que invadieran su cuerpo y fuera mortalmente picado.

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