Desencanto e incertidumbre

Hugo E. Gamboa Cabrera

Me había prometido no opinar más sobre Petro y su dudoso gobierno, al menos por el resto de este año 2023.

Creo a pie juntillas que decir algo al respecto, es perder el tiempo.

El martes anterior un señor Martínez, quién se “quemó” como aspirante a la Cámara de Representantes por el departamento de Santander, como protesta por lo que considera un “mal gobierno”, decidió quemar un muñeco con la cara del presidente Petro, lo que causó dos trinos presidenciales, uno pidiendo la intervención de la fiscalía por esa “villanía” y otra amenazando con “sacar al pueblo a las calles para responder a semejante adefesio.”

Se pone uno a pensar sobre esa respuesta innecesaria del presidente, pues le dio importancia a un hecho y a un señor al que hizo famoso por algo que de pronto sucederá a fin de año cuando la gente salga a quemar el año viejo, como tradicionalmente sucede.

Lo cierto es que si alguien gobierna a través de trinos o de X y, aprovecha ese esguince para despotricar contra el empresariado, contra sus opositores, contra la justicia, especialmente cuando se trata de su hijo Nicolás, contra Uribe, contra el gobierno anterior, responsabiliza a todos los gobiernos anteriores, etc., etc. es él, un mandatario que en vez de unir divide, insulta, desprecia.

Todo lo que estamos viendo, escuchando o soportando, sus reformas fracasadas en otros países de índole izquierdista, la inflación que sube desaforadamente, el costo de vida elevadísimo debido a sus alzas que perturban la canasta familiar, creación de más burocracia innecesaria, sin austeridad alguna, aplicación de nuevos impuestos que solo logran ahogar a las familias. Tal pareciera que todo eso poco o nada le importan.

No le interesan las marchas de protesta contra su gobierno, no le preocupan que le enrostren tenerle las manos amarradas a las fuerzas armadas, no le preocupa que le digan que mira para otro lado viendo como los irregulares se toman regiones donde prácticamente gobiernan.

En fin, no es un gobierno autista, es un gobierno consciente de lo que hace y de lo que le sucede al país. Mejor dicho, estamos los colombianos preocupados con nuestra patria, arando en el desierto.