De la línea a la fila…

Resulta inaceptable que en plena era digital los caleños hayan vuelto a la época de las filas para pagar el impuesto automotor y el predial. Sin duda, es importante que los gobiernos asuman el control de sus ingresos, pero esto no puede ir en contravía de las condiciones que imponen la sociedad de la información y la globalización.

Las condiciones de vida actuales exigen de las administraciones liderar la universalización del uso de las TIC\’s y facilitarle a los ciudadanos el acceso a los servicios a través de nuevas tecnologías. En el mundo entero se avanza a pasos agigantados en la construcción de ciudades digitales, definidas como un modelo avanzado de comunidad, donde se establecen nuevas formas de relacionarse y en las que se pone la tecnología al servicio de las necesidades cotidianas de los ciudadanos.

En las actuales condiciones, Cali retrocedió 20 años y quedó convertida en un pueblo del siglo pasado. Patético resulta que haya que ir a una oficina a hacer un trámite y esperar varios días para que un funcionario resuelva una situación. Seríamos muy ingenuos si pensáramos que nuestro único problema es la incomodidad de los caleños. Sin duda, no poder hacer estos trámites en línea afecta la competitividad de la ciudad, desmejora el clima de negocios y disminuye el potencial de nuestra economía. Además, fomenta la corrupción y el tráfico de influencias.

El Departamento no puede volver a la época en la que se necesitaba un amigo influyente o un tramitador para pagar un impuesto u obtener un paz y salvo. Se acercan los vencimientos de los impuestos, me rehúso a imaginar el panorama de 500.000 caleños haciendo fila; por eso las administraciones deben garantizar que estaremos en línea para efectuar los pagos.

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