Célimo Sinisterra

Bartolina sisa y el levantamiento sisacatarista en Perú 1781

Célimo Sinisterra

Con la llegada de los españoles a tierras americanas tuvo lugar el avasallamiento, el sometimiento y sobre todo el genocidio y el xenocidio de los aborígenes: los mal llamados conquistadores se repartieron el continente cada uno por su lado en busca de riquezas que poseían los nativos que, por fortuna de los españoles, no dimensionaban su valor y todo por la falta de industrialización y comercio.

Para ese entonces predominaban los cacicazgos, es decir la autoridad del pueblo estaba regida por un cacique, por lo general era un hombre que llegaba al poder por sus enormes virtudes, tal como inteligencia y sobre todo por su habilidad y estrategia en la guerra.

Los imperios predominaban en el Perú, algo así como el de Roma. A propósito de imperios, el Inca o Tahuantinsuyo, no alcanzó a durar un siglo; dice la historia que se constituyó en 1438 y se disolvió en 1533, en plena época de la conquista y la colonia española, pasaron varios siglos y la población aborigen fue sometida al exterminio y sobre todo a la erradicación de su cultura, prácticas e idiosincrasias que les caracterizó por mucho tiempo; sin embargo, a pesar de la opresión hubo muchos aborígenes que se levantaron en armas contra los españoles y formaron fuertes tropas que lograron ofrecer significativa resistencia a pesar de la desigualdad bélica, es decir flechas y lanzas versus arcabuces, mosquetes y caballos, fue una guerra sin cuartel y sobre todo desigual que le permitió a los españoles llegar a la conquista sin mayores sacrificios.

No obstante, en medio de la confrontación fueron surgiendo líderes hombres y mujeres que se resistían al genocidio y hoy pasan a la historia precisamente por su sentido de pertenencia y el valor de su cultura ancestral.

Bartolina Sisa

Bartolina fue descrita por algunos historiadores como una mujer aguerrida que dominaba la kurawa (honda) y el fusil. Sabía montar caballo, era de piel morena, esbelta, de ojos negros, y muy inteligente.

En 1772, ya casada, tuvo el primero de sus cuatro hijos: tres varones y una niña. El primer hijo fue capturado en Perú por el brigadier Sebastián Segurola, en 1783, y se cree que posteriormente fue asesinado. Los otros tres llegaron a sobrevivir en la clandestinidad.

A la edad de 25 años se unió a Tupac Katari, su esposo, para organizar y liderar distintos levantamientos contra el poder imperante, tras observar las injusticias cometidas por el sistema colonialista de explotación del siglo XVIII. Cuando estalló la insurgencia indígena aimara quechua de 1781, ella fue proclamada virreina por derecho propio. Bartolina asumió importantes funciones de liderazgo.

Insurrección indígena

Desde 1780 se planifica una insurrección indígena, junto a José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru) y los hermanos Dámaso y Tomás Katari de Chayanta, con quienes convergen en sus ideales libertarios y propósitos emancipatorios, logran reunir a más de 150 mil indígenas de toda la región.

El 13 de marzo de 1781en plena revolución de los comuneros en Colombia, se levanta un campamento militar indígena en La Ceja de El Alto, cerrando todos los accesos a la ciudad de La Paz, empezaron con 20 mil indígenas y en cinco meses llegaron a ser 80 mil personas, generando escasez de alimentos y de agua en la ciudad. El 21 de mayo Tupac Katari deja a Bartolina a cargo del cerco, al ver a una mujer a cargo el ejército español manda a 300 soldados a capturarla, ella junto con el ejército indígena apedrean a los españoles y no logran su cometido.

Condena a muerte

Al percatarse del coraje y autodeterminación de Bartolina, Francisco Tadeo Diez de Medina, la condena a muerte.

A los 32 años Bartolina fue arrastrada por un caballo amarrada de los pies y posteriormente descuartizada. Clavaron su cabeza y extremidades en diferentes lugares donde ella participó en la resistencia para amedrentar a los indígenas, y que con este escarmiento no procuraran el levantamiento de tropas en contra de los españoles.

Bartolina Sisa, esposa de Tupac Katari, un guerrero y estratega del Perú, pasa a la historia por su inteligencia y más aun por su anhelo de libertad y la fobia que sentía por los españoles.

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