La ubicación estratégica y el desarrollo económico que viene experimentando durante los últimos años el departamento del Valle, especialmente Cali y sus municipios intermedios, lo han convertido en un preponderante polo de desarrollo, que además cuenta con uno de los principales puertos de Colombia (Buenaventura), pero esto también representa un interés marcado para las diversas estructuras criminales que se disputan el control territorial y las rutas del tráfico de estupefacientes en procura de aumentar sus rentas criminales, estas estructuras multicrimen inciden de manera directa e impactan la seguridad.

En este sentido, la seguridad ciudadana y la recuperación del territorio deben ser el eje central, no podemos dejar que se sigan generando zonas grises y el deterioro de la seguridad, creando ambientes negativos que impactan el desarrollo y la economía del departamento.

Dado a lo anterior, es necesario gestionar la seguridad bajo un Modelo de Inteligencia Criminal que le permita enfrentar con efectividad las diferentes formas de violencia, con una visión anticipativa, preventiva y de control criminal, siendo necesario el fortalecimiento de sus capacidades, adoptando una Planeación Estratégica y Presupuestal, basada en la priorización de objetivos en materia de Seguridad y Convivencia ciudadana, donde Gobernadores y Alcaldes deban diseñar y desarrollar planes y estrategias integrales, aprovechando los actuales espacios de coordinación interinstitucional, pero también, diseñando nuevos espacios de articulación con enfoque preventivo y accionable en el territorio.

Ahora bien, hay que generar una estrategia de seguridad itinerante; dado a que en el Departamento del Valle confluyen todos los actores criminales, asimismo, las problemáticas de seguridad son dispersas y de naturaleza diversa, esto requiere de un modelo itinerante de control y seguimiento permanente en el territorio, de tal forma que permita ajustarse a las dinámicas actuales y de cambio frente a las amenazas del multicrimen.

Es importante dejar clara la función que cumple la Gobernación del Valle del Cauca en cuanto a la seguridad y convivencia. No es un actor encargado de gestionarla.

Es el ente encargado de articular y coordinar a los actores encargados de gestionarla en cada uno de los territorios para que puedan tomar decisiones, brindando políticas públicas, herramientas e instrumentos que le sirvan para una acertada toma de decisiones.

Más que acciones unificadas considero serían acciones diferenciales de cooperación y confianza mutua, acciones integradas, de responsabilidad compartida y efectivas.

Es evidente, que la Articulación de la Estrategia de Seguridad es un imperativo, respetando las autonomías de los municipios pero entendiendo además que en materia de seguridad no pueden fijarse límites, mucho menos egos institucionales, este tema requiere de fijar prioridades y esfuerzos conjuntos que permitan efectividad en las acciones y gestionar la seguridad de manera adecuada, toda vez que la criminalidad no tiene fronteras, no permanece inmóvil, sino que es una industria siempre cambiante, adaptándose a los mercados y dando lugar a nuevas formas de crimen.

En pocas palabras, es un negocio ilícito que trasciende barreras culturales, sociales, no tiene reglas y sobretodo límites geográficos. De nosotros depende actuar con contundencia en consonancia al crimen desde la orilla opuesta.

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