Cali, diciembre 7 de 2024. Actualizado: sábado, diciembre 7, 2024 00:11
En el seminario ‘Análisis y Prospectiva del Sistema de Salud Colombiano’, organizado por el Centro de Investigaciones y Altos Estudios Legislativos (Cael) del Congreso de la República, en colaboración con la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo (Afidro), la economista y exviceministra de Protección Social, Diana Cárdenas, presentó el estudio ‘El financiamiento del sistema de salud: Presupuestos Máximos’.
Este análisis profundiza en la evolución de los recursos destinados al sistema de salud en Colombia, haciendo especial énfasis en aquellas tecnologías y servicios no cubiertos por el Plan de Beneficios en Salud (PBS), pero financiados bajo el esquema de Presupuestos Máximos (PM).
El estudio comienza destacando los logros del sistema de salud colombiano, que se ha consolidado como uno de los más avanzados de América Latina en términos de protección financiera.
En particular, se resalta el bajo gasto de bolsillo, que coloca al país entre los que menos recursos demandan directamente de los ciudadanos.
Este éxito ha sido posible gracias a políticas gubernamentales que han permitido la cobertura casi total de la población, incluida la de los migrantes, a través del PBS.
Sin embargo, a pesar de estos avances, el estudio subraya que los fondos destinados a los Presupuestos Máximos, los cuales son asignados previamente por el Gobierno a las Empresas Prestadoras de Salud (EPS), siguen siendo un reto.
La asignación de estos recursos continúa siendo incierta debido a la falta de claridad en la metodología para establecer los valores y la gestión de los mismos.
A medida que el año se acerca a su fin, el sistema de salud colombiano enfrenta un déficit significativo de financiación.
Para el cierre de 2024, se estima que se acumulará una faltante de $3 billones de pesos, lo que podría generar un impacto negativo en la prestación de servicios y la cobertura de tecnologías innovadoras.
Ante este panorama, Diana Cárdenas advirtió que, para evitar seguir acumulando deudas en el sistema, se requeriría un aumento del 20 % en los recursos destinados a los Presupuestos Máximos en 2025, lo que implica un ajuste presupuestal de entre $4.8 y $5 billones.
“Nadie elige nacer con una enfermedad huérfana, pero todas las personas tienen derecho a una atención médica digna y a medicamentos especializados, seguros y eficaces. Aunque estas enfermedades son poco frecuentes, impactan profundamente la calidad de vida de quienes las padecen y de sus familias. Por ello, es fundamental que el Estado implemente estrategias que garanticen el acceso a medicamentos innovadores, asigne los recursos necesarios y fomente la investigación científica”, expresó Cárdenas durante la presentación del estudio.
Otro de los puntos críticos que aborda el estudio es el desajuste en la financiación de medicamentos y servicios para enfermedades huérfanas.
Si bien la demanda de productos y servicios complementarios, como pañales, cuidadores y transporte, ha crecido notablemente en los últimos años, hoy en día estos productos concentran el 37 % de los recursos de los Presupuestos Máximos.
Sin embargo, el estudio advierte que aún no se ha definido de manera clara quién debe financiar estos productos ni el valor que se les debe asignar.
Además, las enfermedades huérfanas, que afectan a un número reducido de personas, siguen siendo un desafío, pues han ido perdiendo participación en los Presupuestos Máximos, a pesar de la creciente demanda de tratamientos y medicinas innovadoras.
La falta de financiación adecuada para estas enfermedades limita el acceso de los pacientes a tratamientos que pueden mejorar significativamente su calidad de vida.
El estudio también destaca los desafíos que enfrenta la implementación de nuevas tecnologías e insumos dentro del sistema de salud.
La falta de claridad sobre cómo acceder a estas tecnologías y la escasez de mecanismos de financiamiento adecuados afectan la disponibilidad de tratamientos innovadores para los pacientes y complican la gestión de estos recursos por parte de las EPS.
“Nadie puede frenar el acceso a la innovación cuando está en juego la salud. Es clave superar las barreras económicas y administrativas que hoy limitan este derecho fundamental”, afirmó Cárdenas, subrayando la urgencia de tomar medidas inmediatas para garantizar que las tecnologías más avanzadas estén disponibles para todos los colombianos, especialmente aquellos con enfermedades raras y complejas.
De cara al próximo año, Diana Cárdenas hizo un llamado a realizar un cálculo adecuado de los Presupuestos Máximos para garantizar que los recursos asignados sean suficientes para cubrir las necesidades reales del sistema de salud colombiano.
De lo contrario, el país continuará enfrentando deficiencias que limitan el acceso a servicios médicos y tratamientos, afectando la calidad de vida de los pacientes.
“Si estos valores no reflejan adecuadamente la demanda, el sistema seguirá enfrentando deficiencias que limitan el acceso a la salud y afectan la calidad de vida de las personas”, concluyó Cárdenas, haciendo un llamado urgente a la acción para evitar que el sistema de salud siga acumulando deudas que pongan en riesgo el bienestar de los colombianos.
El estudio presentado por Diana Cárdenas pone de manifiesto los avances y retos que enfrenta el sistema de salud colombiano, destacando la necesidad urgente de reformas en la asignación y gestión de los recursos destinados a los Presupuestos Máximos.
Con un déficit de $3 billones y la creciente demanda de tecnologías innovadoras, se hace imprescindible una revisión profunda de la metodología de asignación de estos recursos y una mayor claridad sobre la financiación de productos complementarios y medicamentos para enfermedades huérfanas.
Solo a través de una gestión eficiente y una adecuada asignación presupuestal, el sistema de salud colombiano podrá seguir ofreciendo atención de calidad y acceso a medicamentos innovadores para todos los ciudadanos.
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