Cali, enero 17 de 2025. Actualizado: viernes, enero 17, 2025 15:28
La economía colombiana está en cuidados intensivos y los analistas, incluso los más cercanos al Gobierno, comienzan a hablar de vientos de recesión.
Esto tras conocerse los preocupantes datos que reveló el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) sobre el Producto Interno Bruto (PIB) y el crecimiento de la economía en 2023. Los resultados, lamentablemente, fueron negativos y tienen en alerta a los colombianos.
De acuerdo a las cifras oficiales, el crecimiento económico en el último trimestre del año fue de apenas 0,3 %, cuando se esperaba un indicador más cercano al 1 %, y la cifra de todo el año fue de 0,6 %, cuando los datos más negativos, que eran los del Banco de la República, calculaban un 1 %.
Con el propósito de entender por qué la economía continúa estancada, pese a que el empleo y la inflación presentaron signos de recuperación en los últimos meses del año, Eimmy Lara, profesora del programa de Administración de Empresas de la Fundación Universitaria del Areandina, seccional Pereira, da a conocer cuatro factores que explican las razones por las cuales la situación económica del país entró en crisis y está muy cerca de presentar una recesión.
De acuerdo con los últimos datos publicados por el DANE, se experimentó una caída en este indicador del 24,8 %.
“La inversión privada, de hecho, podría seguir decreciendo a raíz de la incertidumbre política y económica que ha impactado negativamente en la confianza de los inversionistas”, dice Lara.
Aunque fue notable la desaceleración de la inflación, que cerró en 2023 en 9,3 % y pese a que en enero de 2024 continuó bajando, ubicándose en 8,35 %, este indicador sigue siendo uno de los cinco más altos de la región.
Asimismo, el consumo de los hogares bajó de forma considerable. Precisamente, de acuerdo con las cifras más recientes que entregó Fenalco, se confirma que, a pesar de las festividades en diciembre, los hogares fueron muy cautelosos con sus gastos, sobre todo en las categorías asociadas a bienes durables y semidurables, como los vehículos, motos, muebles, electrodomésticos y computadores. Igualmente, el último sondeo realizado por el gremio reveló que el 40 % de los comerciantes tuvieron pérdidas en sus ventas en 2023.
Esto afectó el consumo privado perjudicando seriamente a sectores como la construcción (-4,2 %), manufactura (-3,5 %) y comercio (-2,8 %).
“El encarecimiento del crédito público está directamente relacionado con la pérdida del grado de inversión ocurrida en 2021”, agrega Lara.
En este punto se proyecta un aumento del déficit del Gobierno Nacional Central (GNC) al 5,3 % del PIB y un incremento de la deuda al 57 % del PIB en 2024, debido a los altos costos de endeudamiento.
“Por otra parte, la baja ejecución del presupuesto por parte del Gobierno Nacional también ha contribuido en esta desaceleración de la economía”, concluyó la experta.
Varios indicadores preocupan y, según Lara, este fenómeno podría presentarse si no se toman medidas urgentes. ¿Por qué?
Según la académica, la caída significativa en la formación bruta de capital, un indicador clave de la inversión empresarial, sugiere una disminución en la confianza de los inversionistas.
“Además, la contracción en la demanda final interna, junto con el bajo crecimiento del consumo privado, refleja una debilidad en la demanda doméstica, lo que puede indicar un menor dinamismo económico para el país”.
Asimismo, las expectativas de incumplimiento de la regla fiscal también generan incertidumbre sobre la sostenibilidad de las políticas económicas y fiscales.
“La persistente inflación y las altas tasas de interés complican aún más la situación, ya que pueden frenar el consumo y la inversión. En conjunto, estos factores apuntan a un entorno económico que podría llevar a una recesión”, explica Lara.
En conclusión, los “vientos de recesión” reflejan la percepción generalizada entre los analistas de que la economía colombiana enfrenta riesgos significativos de contraerse en un futuro cercano si no se toman medidas correctivas adecuadas.
Para impulsar el crecimiento económico y disipar el riesgo de recesión en 2024, Lara afirma que el Gobierno Nacional debe implementar un conjunto de reformas estructurales que dinamicen la economía y faciliten la recuperación. Entre estas medidas, destaca tres:
“Primero, debe tomar decisiones que mejoren el clima empresarial simplificando regulaciones y flexibilizando el mercado laboral; segundo, tiene que restaurar la confianza de los inversionistas y de los ciudadanos mediante el respeto por las instituciones”; y tercero, es crucial que tome acciones para estimular la inversión mediante la simplificación tributaria y baja de impuestos”, concluye.
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