Cali, abril 22 de 2025. Actualizado: martes, abril 22, 2025 22:44
En su más reciente reunión, el Banco de la República decidió mantener la tasa de interés de política monetaria en 9,5%.
Esta determinación, aunque prudente desde una perspectiva macroeconómica —dado que la inflación cerró marzo en 5,2% y el déficit fiscal se sitúa en 6,8% del PIB—, genera preocupación en el tejido empresarial colombiano, que ya enfrenta condiciones retadoras.
Rodrigo Cifuentes, socio de Deal Advisory en BDO Colombia, advierte que mantener tasas elevadas tiene un impacto significativo sobre la actividad empresarial.
“Aunque la medida busca anclar las expectativas inflacionarias y garantizar estabilidad macroeconómica, las compañías deben prepararse para navegar un ciclo restrictivo que podría afectar su operación y capacidad de inversión”, señaló Cifuentes.
BDO Colombia identifica cuatro efectos clave sobre las empresas y propone estrategias para mitigar sus efectos:
La permanencia de tasas elevadas incrementa el costo del financiamiento a todo nivel.
Las empresas que planean emitir deuda, acceder a créditos corporativos o refinanciar pasivos se enfrentan a condiciones menos favorables, lo que impacta directamente su rentabilidad.
La inversión fija en Colombia cayó un 12,7% en 2023, una de las mayores contracciones en las últimas dos décadas —excluyendo los años de pandemia—.
El entorno de tasas altas desincentiva la expansión de capital, afectando sectores estratégicos como manufactura, agroindustria, energía y servicios profesionales.
El acceso a líneas de crédito de corto plazo —como sobregiros, factoring o financiación de capital de trabajo— se mantiene costoso.
Empresas con márgenes reducidos o alta dependencia de estas herramientas enfrentan presiones sobre su liquidez, viéndose obligadas a reducir costos, diferir pagos o renegociar plazos con proveedores.
El alto costo del crédito y la incertidumbre económica moderan el gasto de los hogares, reduciendo el consumo de bienes durables y servicios.
Esto afecta especialmente a sectores como comercio, turismo, automotriz, vivienda y entretenimiento.
En un entorno caracterizado por la incertidumbre y la persistencia de tasas elevadas, las empresas colombianas deben actuar con agilidad, criterio técnico y visión de largo plazo.
Adoptar medidas estratégicas hoy es clave para fortalecer su resiliencia, preservar su capacidad de innovación y asegurar un crecimiento sostenible en el tiempo.
Frente a un panorama complejo, BDO Colombia recomienda adoptar un enfoque proactivo, que combine disciplina financiera con visión estratégica:
Analizar detalladamente los niveles de endeudamiento y su composición.
Priorizar el financiamiento para proyectos estratégicos o de alta rentabilidad, y evaluar coberturas frente a tasas variables para mitigar riesgos financieros.
Explorar alternativas al sistema bancario tradicional, como fintechs, fondos de inversión privados o emisión de deuda privada.
Esta diversificación ofrece mayor flexibilidad y acceso a condiciones más competitivas.
Implementar iniciativas de eficiencia operativa como automatización, digitalización de procesos críticos y reducción de costos logísticos.
Estas acciones ayudan a proteger los márgenes ante presiones financieras.
A pesar de un entorno restrictivo, es crucial mantener la inversión en áreas clave para la sostenibilidad y el crecimiento futuro: transformación digital, eficiencia energética, desarrollo del talento y sostenibilidad.
Utilizar herramientas de modelado financiero que integren variables como tipo de cambio, inflación y tasas de interés.
Esto permite una planificación más sólida y flexible frente a escenarios adversos.
Revisar los términos actuales de endeudamiento para buscar extensiones de plazo, tasas más competitivas o esquemas de pago flexibles que protejan la liquidez sin comprometer la estabilidad financiera.
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