El atacante franco-maliense de 28 años de edad al servicio del Oporto, Moussa Marega, en el minuto 71 del compromiso de su equipo visitando a Vitoria Guimaraes, al ser víctima de agravios racistas decidió abandonar el campo de juego.

Tras abrazar el tanto que ponía 2-1 arriba a su equipo, Marega padeció gritos de mono y cánticos racistas en su contra, hasta un tarro con basura le echaron, por lo que el atacante galo decidió abandonar la cancha.

Ante eso, su entrenador decidió hacer un cambio de urgencia, dando entrada en su lugar a Wilson Manafa.

Algunos de sus compañeros de equipo y futbolistas de Vitoria de Guimaraes extrañamente trataron de convencerlo para que continuara jugando el partido, pero Marega, muy enfadado, se retiró a los vestuarios, acompañado de miembros del cuerpo técnico de su club.

En el momento de abandonar el césped y luego en el túnel, Marega dedicó gestos hacia la grada, mostrando su dedo pulgar hacia abajo, en señal de desaprobación de la actitud de los hinchas que le gritaban.

¿Usted qué opina de este hecho? ¿Cree que todo el equipo debió abandonar el campo en solidaridad con Marega? ¿Cómo se debe sancionar el racismo en el fútbol?

Comments