El presidente Gustavo Petro no viajará a Roma para participar en el funeral del papa Francisco, tras recibir una recomendación médica que le prohíbe realizar vuelos largos.

La noticia se conoció luego de días de incertidumbre y versiones encontradas desde la Casa de Nariño. Petro explicó públicamente que su médico ordenó evitar desplazamientos extensos.

“Quería ir allá, a Roma, a la gran Ciudad del Vaticano, pero los médicos me impidieron ir a Roma, no puedo hacerlo durante tantas horas de vuelo”, afirmó el mandatario.

Representación de Colombia en el Vaticano

Ante la imposibilidad de Petro para viajar, la responsabilidad de representar a Colombia en las exequias del papa Francisco quedó en manos de otros funcionarios.

Inicialmente, se anunció que la primera dama, Verónica Alcocer, y la canciller, Laura Sarabia, asistirán en nombre del Gobierno.

Sin embargo, una decisión judicial alteró esta delegación. El Tribunal Administrativo de Cundinamarca anuló el decreto que nombraba a Alcocer como embajadora en misión especial.

El fallo argumentó que su designación violaba principios de imparcialidad, al ser la esposa del presidente. Aunque el Gobierno impugnó esta decisión, el nombramiento quedó suspendido y Alcocer no pudo asistir.

Finalmente, la representación colombiana se redujo a Laura Sarabia y al embajador ante la Santa Sede, Alberto Ospina Carreño. Ambos lideran la participación de Colombia en las ceremonias fúnebres oficiales en Roma.

El lifting facial de Petro, tema de debate

Tras la cancelación del viaje, se intensificaron las especulaciones que atribuyen la ausencia de Gustavo Petro a una presunta cirugía estética.

Los rumores comenzaron luego del último Consejo de Ministros televisado, donde algunos observaron cambios visibles en su rostro que desataron comentarios sobre un posible procedimiento estético reciente.

Según estas versiones, el procedimiento se habría realizado en Bogotá con el propósito de atenuar signos de envejecimiento en el rostro y el cuello.

La presunta cirugía, que habría requerido anestesia general y un proceso de recuperación prolongado, impediría al mandatario realizar vuelos largos como el que implicaba asistir al funeral del papa Francisco.

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